Mucha gente tiene pánico a la hora de arrancar el coche en una cuesta. Nada mas lejos de la realidad es una práctica diaria, ya que muchas calles tienen una pendiente constante.
Lo fundamental es que cuando arranquemos el vehículo en una pendiente ascendente no se nos marche atrás y golpeemos al vehículo detrás nuestro.
Pasos a realizar:
La situación de inicio es en la que el coche esta en punto muerto y tenemos pulsado el freno de servicio sin soltarlo. Por ejemplo se ha puesto el semáforo en rojo y tenemos que esperar a que se ponga en verde para continuar la marcha.
Para arrancar el coche, mantenemos el pedal de freno, metemos primera y dejamos pisado el embrague a tope al igual que el freno. (los dos primeros pedales pisados y con la primera velocidad metida)
Sin soltar el freno de servicio levantamos despacito el embrague (alrededor de ¾) según cada coche. El caso es que el vehículo empezara a vibrar. (esto significa que el coche ya tiene fuerza)
Mantenemos el embrague pisado en ¾ y soltamos el freno. Observamos que el coche no se cae por la pendiente. Ahora tenemos que acelerar para que el coche empiece a mover, ¡Ya esta.
Como consejo practicarlo en sitio apartado, en un pueblo con cuestas no muy transitado o bien en un barrio con cuestas . Además de llevar un calzado cómodo y flexible para no resbalarnos con los pedales.
Es de las lecciones más complicadas que tenemos que enseñar en las autoescuelas siempre es algo que a los alumnos no les gusta nada de nada! Muy bien explicado Jaume
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